8M – Día Internacional de la Mujer Trabajadora

Día de la mujer trabajadora y relaciones de trabajo: ¿qué podemos hacer desde nuestro rol profesional? 

 

Este 8 de marzo se conmemora nuevamente el día Internacional de la Mujer Trabajadora, permitiéndonos (re)colocar a la desigualdad de género como centro del debate, la cual atraviesa toda nuestra existencia. En Argentina, como en varios países del mundo, se ha convocado a un Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans el día lunes 9 de marzo, con el fin de lograr una visibilización de la huelga. 

La potencia de los movimientos feministas de los últimos años instaló en la opinión pública un conjunto de debates así como una agenda de demandas históricas en el campo político y en la arena estatal. Cuando esto sucede se pueden lograr avances pero también se corre el riesgo de banalizar la cuestión. El clima cultural favorable a las demandas de géneros hace que proliferen “cursos”, “materias” “comisiones de géneros” “proyectos” e “instituciones” pues no parece ser políticamente correcto estar por fuera de la marea feminista. Esas acciones y espacios son muchas veces motorizadas o impulsadas por varones que no resignan espacios de poder real en las organizaciones ni se cuestionan sus privilegios, así como también por mujeres que reproducen las lógicas patriarcales en esos espacios. .  

De modo específico, en el ámbito de las relaciones de trabajo falta mucho por hacer en materia de eliminar las desigualdades de género y nosotros/as como actuales y futuros/as especialistas y gestores/as del campo podemos ejercer acciones concretas en nuestros lugares de trabajo donde quiera que nos desempeñemos, por ejemplo: 

  • Impulsar desde los lugares en que nos desempeñemos espacios con perspectiva de género que no reproduzcan estereotipos que naturalizan las desigualdades. 
  • Impulsar y llevar adelante desde las oficinas de gestión de personal políticas concretas que eliminen la desigualdad de género en todos los aspectos: selección, capacitación, promociones, remuneraciones, diseño de puestos de trabajo, planeamiento de carrera, etc. Estas acciones pueden realizarse tanto en el ámbito público como privado. Desde nuestros lugares de trabajo podemos hacer mucho para eliminar los “techos de cristal”, la feminización de determinados puestos de trabajo y la imposibilidad de acceso a otros
  • Proponer e impulsar jardines maternales, licencias igualitarias y otro tipo de medidas que permitan distribuir las tareas de cuidado entre varios actores. 
  • Elaborar nuestros cursos, manuales y programas de estudio con perspectiva de género, lo que significa tanto incorporar temas de género como la lectura de mujeres autoras en la bibliografía de referencia. 
  • Promover e impulsar la representación paritaria en mesas de debate, conferencias, jornadas, congresos. comisiones negociadoras y de otro tipo en las organizaciones que integramos.  
  • Promover debates y el cumplimiento políticas de discriminación positiva para mujeres, travestis y trans en los sindicatos y organizaciones sociales  en puestos de poder en los que se toman las decisiones estratégicas. Cuestionar la participación de las mujeres únicamente ligadas a secretarías de género u otras como acción social que reproducen los estereotipos.  

¿Y por casa cómo andamos? 

El Consejo Directivo de nuestra Facultad ha decidido que las materias optativas que aborden la temática de género sean abiertas a todas las carreras de Sociales. Si bien aplaudimos esta medida, entendemos a la perspectiva de género como transversal a todas las materias, donde los contenidos se estudien desde una perspectiva feminista. Asimismo, consideramos que tener perspectiva de género implica la visibilización de autoras mujeres en la bibliografía de cada materia.

En relación a nuestra Carrera, de las 38 cátedras existentes, 22 son ocupadas por hombres, mientras que 16 se encuentran a cargo de mujeres. Sin embargo, en Relaciones del Trabajo prácticamente no hay mujeres titulares de cátedra concursadas. Esto, que podría parecer solo un dato, repercute en espacios de decisión, como, por ejemplo, formar parte de un jurado para otros concursos. Desde Democratización RT hemos propuesto en el año 2019 durante la Comisión de Docencia y Concurso paridad de género en los concursos docentes. Sin embargo, una de las respuestas que recibimos es que no hay prácticamente titulares de cátedras concursadas mujeres. ¿Esto significa que no hay mujeres a cargo de una cátedra? No, las mujeres tienen cargos subrogantes, siendo adjuntas (algunas pagas, otras ad honorem). En cambio, a los varones se los promociona a cargos de titular. Es decir, las mujeres tienen las mismas responsabilidades pero no los mismos derechos. 

¿Por qué esta información no se discute? ¿Por qué no se problematiza lo que sucede al interior de la Carrera en lugar de promover “charlas sobre igualdad o perspectiva de género”? 

Entre otras cosas, porque la gestión de la Carrera no brinda información acerca de los cargos docentes, ni visibiliza de modo público como se encuentran compuestas las cátedra pese a que los solicitamos expresamente. ¿Cómo podemos, como Carrera, luchar en pos de la igualdad de género cuando ni siquiera contamos con la información para entender qué sucede puertas adentro?

En un contexto en el que la violencia machista mata y maltrata a mujeres, lesbianas, trans y travestis, desde el espacio Democratización RT  elegimos posicionar en nuestra comunicación de este año la reflexión sobre las acciones y la práctica concreta en nuestros espacios cotidianos de trabajo y estudio. 

Convocamos  a parar y marchar este 9M:

  • Por una distribución equitativa de las tareas domésticas y reproductivas
  • Por el cumplimento de la Ley de Educación Sexual Integral y  aborto legal, seguro y gratuito;
  • En contra de toda violencia y discriminación contra mujeres, lesbianas, trans y travestis, incluyendo la violencia y acoso laboral;
  • Por el igual acceso a empleos y ocupaciones de calidad;
  • Por la eliminación de la diferenciación de puestos de trabajo en función del género 
  • Por el acceso igualitario a puestos de poder estratégicos en las organizaciones. 
  • Por el cupo laboral trans y travesti en todos los ámbitos en general  y en la UBA en particular;
  • Por la capacitación al personal no docente en materia de violencia de género dando asi cumplimento a lo dispuesto en  la Ley Micaela
  • Por el jardín materno-parental en la facultad.
  • Por una discusión abierta, democrática y transversal de la perspectiva de género en el plan de estudios, la Carrera y la estructura de las cátedras

A quienes se encuentren interesados/as en trabajar estos temas, invitamos a escribirnos para sumarse a nuestro equipo de trabajo sobre géneros y diversidades: contacto@democratizacion-rt.com.ar

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